sábado, 31 de diciembre de 2016

Y se va 2016...

No podía el cestillo dejar pasar el día de hoy. Es el momento de desearos lo mejor para el año que en breve va a comenzar. Disfrutar de los pequeños detalles y momentos que se nos brindan todos los días, aunque creamos que no existen. Lo hacen, y son los que tenemos que aprovechar.
Como estaréis, quizás, atareados ya para recibir el nuevo año, sólo dejaros con esta imagen del atardecer de este año y con el deseo de que mañana amanezca igual de luminoso.


¡Lo mejor para el 2017!



Publicado por Alicia Hierro

domingo, 27 de noviembre de 2016

Pero...¿Las dunas se mueven?

Hace tiempo que cada vez que paso he pensado en escribir esto...y hoy por fin lo hago.


En mis paseos mañaneros, por las Dunas del Espartal, siempre me pregunto lo mismo. 
A ver: ¿Qué es una duna? Pues una acumulación de arena producida por el viento, y no solo en los desiertos, también en el litoral...consecuentemente...se mueve. ¿verdad?
Pues hace años decidieron hacer unas pasarelas de maderas estupendas por la zona de las dunas que tenemos aquí. Pero claro...¿pensaron que se quedarían bien quietas? Pues va a ser que no.








Y al otro lado, la playa...




De momento tenemos paseo. Lo que no sé es cuanto tiempo tardarán las dunas en dejarnos sin él. Espero que tarden mucho :)

Publicado por Alicia Hierro

domingo, 20 de noviembre de 2016

¡Momento pánico!

Hace unos días el cestillo vivió un momento "pánico". Y no es ni mucho menos habitual, os lo puedo asegurar. Pero comienzo por el principio...


La semana pasada viajé a Madrid por motivos de trabajo, en avión, ya que milagrosamente conseguí unos billetes a un precio fenomenal y eso que  los precios Asturias-Madrid suelen ser prohibitivos al no tener Iberia competencia. Total, que para allá me fuí. Pero la vuelta...¡ay, la vuelta!
El día de regreso, por la mañana, soy de las que voy con tiempo. Prefiero tener que esperar un poco, que no ir mirando el reloj por si no llego. Pues con tiempo de sobra salí de casa, con mi equipaje de mano, mi bolso y yo misma y me dirigí al metro hacia el aeropuerto. Tengo varias opciones para llegar y ese día pensé en probar otra distinta que sobre plano me pareció, si no más rápida, sí con menos paradas. Total, tenía que hacer dos tansbordos igual. Pues después de hacer el primero,  en la siguiente parada, va mi mano al bolsillo donde siempre llevo mi móvil para mirar que tal iba de hora. Y entonces fue cuando ¡allí no estaba! ¿no estaba? ¿pero si siempre soy muy cuidadosa con ello? Además, ¡¡en él llevaba el código QR del billete!!! 


Y entonces ocurrió: salté del vagón justo antes de cerrar las puertas, porque mi primer impulso fue salir corriendo y dar la vuelta a por él. De hecho subí el primer tramo de escaleras, miré cartelillo para desandar el camino, pero entonces la cabeza pudo más que el corazon. Paré en seco, y me dije: "Alicia, piensa". Y eso fué lo que hice. No me daba tiempo a regresar ni aunque cogiera luego otro transporte para llegar a la terminal, y con el DNI podía solicitar la tarjeta de embarque, ¿no?. Pues media vuelta, y de nuevo dirección aeropuerto.
Pero la aventura no acabó aquí. 
No hubo problema para conseguir la tarjeta de embarque, por supuesto, y una vez ya pasado el control de seguridad, mi intención fue llamar para avisar lo que me había pasado y sobre todo, que enviaran mi teléfono lo antes posible, ya que es una herramienta de trabajo. Pero, claro, yo no tenía teléfono... ¿Habría alguna cabina? 


Me dirijo a información y pregunto, y el chico, pone cara de pensar y me dice:" Me suena que hay al lado de la farmacia...". Con estas palabras. Me dirijo hacia allí, pero no hay ninguna cabina. Me acerco a otro mostrador de información con la misma pregunta y:" Creo que en el pasillo donde los baños". Sí , ahí, acertó. La que no acerté fuí yo para conseguir llamar. Basicamente era una cabina como las de toda la vida...pero, mis monedas no eran bienvenidas, y encima se quedó con alguna sin haber podido realizar la llamada.
Total: un matrimonio muy amable me dejó llamar por su móvil para avisar, y viví 24 horas sin teléfono. Las 24 horas que más sonó el fijo de casa desde hace muchos años... 





Publicado por Alicia Hierro

sábado, 29 de octubre de 2016

Y el cestillo resucitó...

A ver como empiezo...corramos un tupido velo e imaginemos que no han pasado casi dos meses desde que el cestillo os contó algo. ¿Os parece?. venga un poco de concentración y lo tenemos. ¿Ya está? Buuff  ¡qué alivio! ¡Perfecto!. Ahora, comencemos :)

Cuando no buscas cosas o sitios, sin quererlo aparecen. Y eso fue lo que nos ocurrió cuando hicimos parada en  Santo Domingo de Silos para conocerlo y visitar el Desfiladero de la Yecla que os enseñaba en el anterior post. Bueno, pues de pura casualidad, supimos que apenas a 6 kilómetros teníamos...


Sí, sí, el cementerio de Sad Hill. Y quizás alguno os preguntéis...¿Qué es eso? Pues si digo El Bueno, el Feo y el Malo, Clint Eastwood, peliculón, gran banda sonora de Ennio Morricone, Sergio Leone,  spaguetti western...seguro que ya os situáis. :)




Pues resulta que localizaciones emblemáticas de esa película las encontramos en esta zona de la provincia de Burgos, y hace unos años la Asociación Cultural Sad Hill se propuso recuperar esos exteriores, como atractivo turístico (de hecho nos encontramos con una chica francesa que venía expresamente a conocerlo...)




Como veis en las fotos, el trabajo de recuperación ha sido espectacular. La plaza es la original, que ha sido "desenterrada" después de tantos años. Hay montículos de las tumbas que también. Las cruces no, claro, están repuestas, pero el valle sigue siendo tan espectacular como hace 50 años, cuando se rodó la película. Y justo ese fin de semana tenían lugar los actos de celebración del 50 aniversario y la "inauguración" del cementerio.


Y esta es la plaza del duelo final. Si queréis ver la escena, aquí os dejo el enlace



¡Ah! y se me olvidaba decir, que con el cestillo va alguien muy muy muy fan de Clint Eastwood, con lo que el encuentro inesperado fue una magnífica sorpresa.

Publicado por Alicia Hierro

miércoles, 31 de agosto de 2016

Hasta el desfiladero de la Yecla

¿Qué tal si seguimos viendo sitios bonitos? 
Pues hoy el cestillo nos lleva hasta S.Domingo de Silos...
Y este es el árbol gigantesco que preside la entrada al monasterio (yo de árboles, ni idea...alguno sabréis cual es). 
  

Desde allí, decidimos ir hasta el Desfiladero de la Yecla. Como vimos que no quedaba muy lejos, para allá que nos fuimos caminando. Realmente es un buen paseo, pero mereció la pena. Y lo mejor, como la mayor parte del mundo mundial se acerca en coche hasta justo el comienzo, pues el trayecto desde S. Domingo hasta allí fue de lo mas tranquilo.




La única pega, es que una vez llegado al final del camino, hay un pequeño trecho que transcurre por la carretera...casi sin arcén. No es que hubiera mucho tráfico, pero...
Al llegar justo donde se accede al desfiladero, el paisaje es bien bonito



Y ahí abajo comienza, poco más de un kilómetro por una pasarela volada y sin dificultad, solo un poco estrecha en algún tramo , pero sin mayor problema.



Bajando por unas escaleras accedemos hasta él.









Y una vez recorrido, media vuelta y camino de regreso. 
Una excursión bien recomendable ;)



Publicado por Alicia Hierro

viernes, 19 de agosto de 2016

Fotografías y viajes

Me acabo de enterar que hoy, 19 de agosto, es el Día Mundial de la Fotografía. Hoy hace 177 años que se anunció públicamente a nivel mundial en la Academia de Ciencias de París que Louis Daguerre había perfeccionado la técnica de Niepce e inventado el daguerrotipo, la famosa caja negra que todos tenemos en mente.
Y para celebrarlo y uniendo fotografía (ya sabéis que yo lo justo) y viajes, os voy a dejar con unas cuantas homenajeadas hoy, de un viaje a Soria de hace unos días. Provincia que descubrí el año pasado y cada vez me gusta mas. 

En Calatañazor ...



La Fuentona ...



Por el Cañón de Río Lobos












 Paisajes espectaculares, cien por cien recomendables y algunos, no muy masificados para estas fechas. 
Sí, volveré a Soria. :)

Publicado por Alicia Hierro

martes, 16 de agosto de 2016

Hace 8 años...

Bueno, a ver como os cuento esto. Desde luego no desde la tristeza, aunque sí desde la emoción.
Ahora mismo estoy escuchando los "cohetes" de la fiesta de S. Roque, en Llanes. Por la tarde hay una gran reunión de Bandas de Gaita, que todos los 16 de agosto desde hace años, desfilan por las calles de la villa y al anochecer bajan a la Playa del Sablón para tocar todas juntas el Asturias Patria Querida y dar comienzo a los fuegos artificiales.


Emilia siempre iba a ver todas las procesiones, y en Llanes tenemos unas cuantas:
En julio, el 22, la Magdalena













este 16 de agosto, S. Roque












y el 8 de septiembre la Virgen de Guía.




 Son los tres bandos y los llaniscos estamos divididos. Vamos, que si uno es de la Magdalena, no es de S.Roque ni de la Guía. Nosotros, que somos así. 

Además también celebramos Santa Ana, el 26 de julio, patrona de los marineros (esta fiesta es de todos) y el 15 de agosto Nuestra Señora, que es además la Patrona de Llanes.
Bueno, pues como os iba diciendo, Emilia siempre asistía a todas ellas, aunque ella era de la Guía.
Pero cosas del destino, o no, ayer, 15 de agosto hizo ya 8 años que nos dejó. Y precisamente hoy, 16, en plena  celebración de S. Roque, atravesó Llanes por última vez y además entre esas bandas de gaitas que os contaba al principio, haciendole el paseíllo.
Desde luego, nunca nos lo hubieramos imaginado, pero así fue. 
Y esta mañana, viendo la procesión de S.Roque y escuchando hace un rato para avisar que los gaiteros comienzan sus pasacalles, me apeteció contaros todo esto. 
Al fin y al cabo, estamos en el Cestillo de Emilia :)

Publicado por Alicia Hierro

sábado, 16 de julio de 2016

Y llegó el momento de irse

Ayer, después de 33 años, le dije adiós el taburete del piano que llegó a casa de Emilia en el año 83.
El pobre ya se estaba deshaciendo por culpa de la polilla... porque años ha, en casa de Emilia había bichos del "coroyu", que al irse el taburete (y el piano, claro) se quedaron muy a gusto en él. Y poco a poco, eran cada vez más los agujeritos en cuestión. Y ya, cuando hace tres días nos encontramos a uno de los susodichos coroyos por el pasillo tan tranquilo, fue el momento de decidir que el taburete se iba de casa...


Así ayer, sin pensarlo demasiado, se quedó en el punto limpio. Eso sí, me sirvió para reencontrarme con muchos tesoros. Porque era de los que se abren y puedes guardar cosas dentro. Y ya sabéis que cuando se guarda...
 Hoy al ir a revisar todo lo que tenía allí, me encontré con partituras, por supuesto, pero también con papeles que no recordaba que estuvieran y que me sacaron más de una sonrisa.
Cuando yo comencé y asistí a mis primeros exámenes en el Conservatorio, iba como alumna libre, o sea, me preparaba los programas y me presentaba a un examen, donde tenía que interpretar las obras que el tribunal decidía, de la lista que yo llevaba preparada. Pues para mi alegría, me encontré con todos esos listados de los distintos cursos.


Lo que me hizo recordar alguna que tenía casi olvidada, y también reflexionar de cómo han cambiado las cosas, en cuestión de exigencia...

También me encontré dos libretas, que para mí, son dos tesoros: las que usaba para asistir a las clases con mi profesor de piano, Michel Mañanes. 



Quien me enseñó, que sin técnica, y no sólo con talento, no se llega a ningún sitio...o al menos se llega donde se llega...
Y que la base es esa. Trabajar y trabajar hasta conseguir lo que necesitamos.

En este enlace os dejo su canal de Youtube donde podréis escuchar alguna de sus interpretaciones: Michel Mañanes



Total, que el taburete que me acompañó tantos años, ya pasó a mejor vida y tiene sustituto. Sin nostalgia. Hay que ser práctico ;)

Pero, ¿sabéis que es lo que más me "removió" de todo esto? Pensar en esos 33 años pasados desde que me encontré un día de enero, llegando del instituto, con un piano, con su correspondiente taburete, en casa, por sorpresa, apenas 4 meses después de haber empezado a estudiar música. 
Quizás en su momento fuera una decisión un poco loca, pero el tiempo cambió esa posibilidad...

Y en ocasiones Emilia se sentaba a escuchar y a verme tocar mientras yo estudiaba...


Publicado por Alicia Hierro