jueves, 8 de noviembre de 2012

¡Grandioso!...que no Grandoso

Para mí, es grandioso. No Grandoso, que es mi segundo apellido :). Grandioso. Su música me parece sublime. Su vida fue desgraciada. Pero quizás por eso pudo dejarnos las joyas que nos dejó.
El sentimiento, la emoción, el desasosiego, la frustración, la impotencia hacia los circunstancias que tenía alrededor y hacia las suyas personales. Creo que las vuelca muy bien en su obra.
¿Cómo es posible que alguien que no oiga (se empezó a quedar sordo muy pronto) pudiera plasmar en papel toda la música que tenía en su cabeza? Bueno, yo quizás diría mejor, que la tenía en el corazón. ¡Uy, perdonad!, aún no os he dicho de quien hablo, aunque alguno ya lo habréis adivinado. Sí, es Ludwig van Beethoven.



Sé de sobra que hay muchos más grandes músicos que lo hacían, pero al menos ¡oían el resultado!.
Realmente me emociona. Porque hasta la más pequeña bagatela tiene su momento de intensidad.

En el año 2009 el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo celebró su X aniversario. Con un concierto de lujo, creo yo: La Novena Sinfonía de Beethoven, con Lorin Maazel

 dirigiendo, la Orquesta Toscanini, el Orfeón Donostiarra , los cuatro solistas...que me tendrán que perdonar, porque no recuerdo sus nombres y el programa no lo encuentro..., y ...


yo en la tercera fila. 
Aquí podéis escuchar un fragmento de ese  concierto. Merece la pena: La potencia del coro, de la orquesta, es arrolladora. Sobre todo viendo la contención de Maazel. Realmente fue emocionante.
No era la primera vez que la escuchaba en directo, pero tampoco  me cansaría de hacerlo, la verdad.
Por circunstancias, hace unos meses, cada tres semanas tenía tiempo de sooooobra para poder escucharla. Y fue la que me acompañó siempre: la Novena de Beethoven.(Aunque he de confesar que no pasaba del primer movimiento sin dormirme...pero eso es otra historia. Seguro que Beethoven me lo perdonaría :)
No sé con que movimiento quedarme: el Adagio es de lo mas hermoso que se puede encontrar. Si queréis escucharlo en la Sinfonía Completa, lo encontraréis en el minuto 28.
Pero claro, quizás lo más conocido de esta sinfonía es el   Himno a la Alegría, la "Oda a la alegría" (con permiso de Miguel Ríos, que no tiene la culpa, pero es de Beethoven). Es un poema que el poeta y amigo de Beethoven, Schiller escribió, y él lo incluyó en su último movimiento. Realmente toda una "revolución": una sinfonía con coro. Eso solo lo podía hacer Beethoven. 
Cuenta la leyenda, que cuando Beethoven tarareaba la melodía que tenía en su cabeza para la Oda, su sobrino Carl pensaba que tarareaba una canción infantil... ¡pues menuda canción infantil le salió!

Aquí os dejo esta joya, con Bernstein en la batuta: Final de la Novena Sinfonía 
Y para completar y si os apetece, hay dos películas que os voy a recomendar, (aunque esto de recomendar no se si me gusta, cada uno es cada uno) :

Amor inmortal del año 1994 







y Copying Beethoven del año 2006. 



pero eso sí: a mi me encantaron :) 

Publicado por Alicia Hierro

2 comentarios:

  1. Alicia, que te has expresado con la pasión y sentimiento que se merece el genial Beethoven.

    Comparto la admiración e intensidad que denotas en cada línea de tu relato, tus enlaces son increíbles y tan enriquecedores para mí, así como tus conocimientos sobre música. Cuando vi tu invitación a visitarte en dehilos.com, hice como lo recomendaste, acompañarme este fin de semana con la música del gran Beethoven, a quién la vida le privo del oído más no de la pasión de amar y crear. Gracias Alicia :)

    PD. Espero pronto ver tus recomendaciones fílmicas.

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  2. Me alegra mucho que te haya gustado. Pues si puedes, la pelis también son geniales! Gracias a ti¡

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